Es un sentimiento enorme como la primera mirada al mar o el alivio que sigue al último pujo del parto.
Es responsabilidad gozosa que hace temblar las piernas.
Es tener miedo y a la vez desesperación por experimentarlo.
Es un elemento delicado:... la dosis personal condiciona la felicidad colectiva.
Nuestro pueblo le rinde homenaje cada 25 de mayo. Ese día el pecho de cada argentino que no se sienta vasallo, latirá como un tambor y las bocas de los que aún creen que vale la pena alcanzarla, afianzarla, o robustecerla… no podrán contener el grito:
¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD! ¡LIBERTAD!.
Prensa A.S.D.E. (Asociación Sanluiseña de Docentes Estatales)
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